Hola celeste. Me atrevo a escribirte por primera vez ya que llevo siguiendo tu blog un buen de tiempo. Me has inspirado a bajar de peso, aun tengo muchos kilos que bajar, pero ya llevo algunos bajados. Al igual que tu tengo mis recaidas...soy Mexicana, pero llevo año y medio radicando en Peru, voy con un nutriologo que me ha funcionado y ojala llegue a cumplir mi meta de llegar a los 60 kilos. Actualmente peso 84 asi que tengo mucho camino por recorrer y es bueno saber que no soy la unica en la lucha.
Me gusta como te expresas y me identifico bastante con los problemas que pasa alguien con obesidad...todos los miedos, todas las frustraciones, pero tambien la lucha constante y eso es algo que nos une a muchos que seguimos tu blog.
La razon de escribirte aparte de felicitarte por tu blog es compartirte algo que mi madre me envio hace algun tiempo puesto que veo que has perdido un poco tu enfoque en la bajada del peso (como expresaste hace poco) a mi me ayudo a darme cuenta de algunas cosas y espero te sirva...sino, pues no importa. Y lo hago ya que tu me has ayudado sin conocerme....asi que no esta de mas enviarte esto que bien puede servirte.
Gracias por compartir tu experiencia y seguirnos impulsando.....ANIMO!
Laberinto hacia la libertad,
Comer compulsivamente,
Cómo romper con la esclavitud.
DEDICO ESTA OBRA A TODAS LAS MUJERES QUE LUCHAN DIARIAMENTE POR SUPERAR ESTA
ENFERMEDAD.
¡Nuestro cuerpo: Es de nosotras y de nadie más, para que lo cuidemos y lo amemos. A pesar de
esta verdad, más de la mitad de mujeres y hombres con quienes he platicado se encuentran
profundamente insatisfechos con sus cuerpos, tratando desesperadamente de transformarlo todo con la “dieta” del momento.

De nuestra situación podemos culpar a los medios de comunicación. Podemos culpar a nuestras mamás. Sin embargo, no importa a que o a quien culpemos, la realidad es que vivimos obsesionadas con nuestro peso. Necesitamos aprender a tratar nuestros cuerpos con respeto, sin enojo y sin castigo. NO se trata de cambiar únicamente nuestro cuerpo, sino nuestra perspectiva.
Si bien los laberintos parecieran ser confusos, lo cierto es que en cada una de nosotras está
la solución, el “mapa” interior que nos conduce y guía en cada etapa del cambio… así, durante el proceso aprendemos a moldear nuestro cuerpo, de adentro hacia fuera y potenciar la que ya es, descubrimos la forma que nos permite comer con dignidad, con respeto; ¡aprendemos a cuidarnos!.
“ATRAVESAR UN LABERINTO ES LA REPRESENTACION SIMBOLICA DE UNA INICIACION, UN CAMINO HACIA UN PARAJE MEJOR… PUEDE INTERPRETARSE COMO UN APRENDIZAJE QUE LLEVA A DESCUBRIR UN SENDERO DE LIBERACION”
Introducción


La manera en que comemos es una metáfora de la forma en que vivimos y también es una metáfora de la forma en que amamos. Seguimos conductas que bloquean nuestra posibilidad de encontrar sano placer en la comida y en nuestras relaciones con otros seres humanos. Fantasear en exceso, crear de pequeñas cosas grandes dramas, desear lo prohibido, sentir la necesidad de controlar y manipular, son algunas de ellas. La buena nueva es que podemos romper la esclavitud de actuar con compulsión cuando aprendemos a vivir el presente, a valorarnos en el aquí y ahora, le damos voz a nuestra niña interior, confiamos en nuestra hambre tanto física como emocional y nos enseñamos a nosotras mismas a vivir felices. Este cambio de conducta y actitudes nos permite el acercamiento real con nuestro interior y con otras personas.
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¿Qué es aquello que me despierta más miedo?
¿Por qué no me he permitido sentir y expresar esas emociones?
¿Quién estuvo para apoyar y dar crédito a mi realidad personal?
¿Quién se responsabilizó por el bienestar emocional de mi familia?
¿Qué sucedía cuando me equivocaba?
Estas son sólo algunas preguntas que iremos contestando durante nuestro paso por este laberinto y lo más probable es que iremos reconociendo vacíos y dolores, mismos que ninguna
tienda repleta de nuestros alimentos favoritos podría llenar. Gran parte de nosotras no llegamos a contestarnos estas preguntas porque hacerlo nos pondría nuevamente en contacto directo con nuestro dolor y son precisamente esas vivencias las que nos llevaron a comer para tratar de alejarlas de nuestra conciencia. ¿Por qué abrir heridas ahora? Llevamos mucho tiempo creyendo que no nos entienden, creemos que nuestros problemas son diferentes de los demás. Hemos perdido la esperanza.
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Al no tomar en cuenta lo antes mencionado caemos en un profundo error que altera nuestras vidas. Los sentimientos de abandono, incomprensión y otros de igual importancia de acuerdo a nuestra historia personal no desaparecen por el hecho de que hoy ya no somos niñas o porque parecen irrelevantes a nuestro momento actual. Como sombras que se evapora, cuando las procesamos, todas estas emociones se liberan si estamos dispuestas a escribir y a hablar de ellas, así, la obsesión irá cediendo y dejaremos de sentir esa hambre irracional.

Un fabricante de vestidos que dijo en una ocasión: “Lo que vendemos es amor, no vestidos. Si podemos convencer a las clientas que nuestra mercancía va a conseguirles amor, estamos logrando el objetivo”. La gordura representa una industria multimillonaria en dólares. Los centros de dieta y los programas de reducción se están enriqueciendo mientras más nos convencen de que no sólo necesitamos estar delgadas, sino delgadísimas. Sí, tienes razón al pensar que por todo lo dicho hasta aquí resulta difícil romper la compulsión. Es cierto porque nos asusta cambiar, aunque este cambio nos devuelva nuestro poder personal.
Para liberarnos de la compulsión aprenderemos a creer que nuestro cuerpo es bueno, nuestra intuición acertada, que tenemos opciones y que podemos descubrir nuestra propia fortaleza. Para atravesar el laberinto y contar con la perspectiva necesaria requerirás de valentía ycompromiso. El ritmo y la cadencia para completar los ejercicios y poner en práctica lo aprendido, sólo podrás marcarlo tú. En esta maravillosa aventura no tienes porqué sentirte sola, miles de mujeres o quizá millones nos estamos dando la oportunidad de amarnos con unacalidad de amor que ningún chocolate, pastel o alimento favorito puede regalarnos.
Cuando sanamos, abrimos nuestros corazones, en el proceso las heridas cierran y se abren espacios en nosotras que permiten que entre el amor…
¡BIENVENIDA!
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