lunes, 13 de julio de 2009
HISTORIA DE CLAUDIA
viernes, 10 de julio de 2009
LO QUE FALTA ES DECIR ES; QUE NO!!!!!
POR QUÉ DESAYUNAR?Una buena razón para desayunar es el beneficio intelectual que recibimos. Otra razón es el daño que provocamos en nuestro cuerpo con el ayuno mañanero. Imaginemos el proceso: Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: 'Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible'. Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden:'Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más'. El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: 'De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva'.. En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que 'a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos'.En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si se nos ocurre desayunar. Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer en la mañana, el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 'Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel'. La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer.
Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se auto devora. La consecuencia es la pérdida de tono muscular, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento. ¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro energético, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas.
Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de 'grasa de reserva' y la persona engordará. La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa.
miércoles, 8 de julio de 2009
Cuando no me gusta mi mundo, me lo como
Post Enviado por Anonimo:
La depresión suele provocar que la gente se vuelva pasiva, y algunos medicamentos recetados para tratar enfermedades mentales puede provocar subidas de peso. Pero al mismo tiempo, con frecuencia la obesidad es vista como un estigma y la gente con sobrepeso por lo general es objeto de bromas y otras conductas hirientes. La investigación estudió a más de 9.000 adultos y encontró que desórdenes anímicos y de ansiedad, incluyendo la depresión, fueron 25% más comunes en las personas obesas estudiadas que en las que no tenían sobrepeso.
El consumo en exceso de sustancias fue una excepción, pues las personas obesas tuvieron 25% menos posibilidades de abusar en el consumo de drogas y alcohol que los que no tenían sobrepeso.
Los resultados fueron publicados en la edición de julio de los Archivos de Psiquiatría General, divulgada el lunes. La investigación fue liderada por el doctor Gregory Simon y el Group Health Cooperative en Seattle, organización sin fines de lucro en la costa noroeste del Pacífico estadounidense.Los hallazgos "sugieren que el estereotipo cultural de la persona gorda y alegre es más producto de nuestra imaginación que una realidad", afirmó el doctor Wayne Fenton, del Instituto nacional de salud mental, que financió el estudio.